Os presentamos al precioso Rambo, ¡es todo un encanto!
Le recogimos muy delgado y descuidado por mitad del campo. Estaba muerto de sed y de hambre, además de tener bastantes garrapatas.
Es muy sociable tanto con personas como con perros, comparte habitación con el mastincito Caronte y comparten recreo con el abuelo Juguete. ¡Se llevan todos estupendamente, menudos grandullones!
Si eliges a Rambo como compañero de vida no te arrepentirás, ¡es puro amor! ¿Te animas?