Os presentamos a Schuster, ¡es todo un dulce!
Apareció en los huesos y muy asustado por las calles de Navalcarnero, sin chip, sin collar ni nada… Como suele ser habitual en el 99% de los casos de los perros de caza
Es bastante miedoso y necesita paciencia. Con los cuidadores ya se lleva muy bien aunque con desconocidos aún le cuesta, no se fía mucho del ser humano porque no ha tenido muy buenas experiencias…
A Schuster le encanta comer. El pobre ha pasado mucha hambre y ¡tiene que aprovechar ahora! Todavía sigue muy delgado pero en poco tiempo estará aún más precioso. Nuestros pobres perros de caza no suelen tener mucha suerte y poco interesados hay por ellos…
Buscamos un familia responsable que quiera adoptar a Schuster, darle mucho amor y cariño, y le trate como un rey. ¿Te animas?